Judas, el traidor, al ver que Jesús había sido condenado, sintió remordimientos.
Tomó las treinta monedas de plata, que le habían dado por la traición, y se las devolvió a los jefes de los sacerdotes y a las demás autoridades diciendo: «He obrado mal, he traicionado a un inocente».
Pero ellos respondieron: «¿A nosotros qué? Es asunto tuyo».
Entonces Judas tiró las monedas en el templo y fue a ahorcarse.
Dibujo para colorear de Judas arrojando las 30 monedas
ESTA CHEVEREQUE
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