La Virgen de la Piedad aparece representada en el momento de la Piedad con su Hijo Jesús
muerto sobre su regazo, tras el descendimiento,
representa el dolor de Nuestra Madre María al ver que Jesucristo había fallecido.
La Virgen María contempla sentada, sosteniendo el cadaver de su Divino Hijo. Piedad porque Ella es toda compasión; compasión del Hijo; compasión de los hijos, porque María Santísima, como Madre de Él, es también Madre de todos los hombres.
Nuestra Señora mira nuestros dolores, nuestros sufrimientos, nuestras luchas. Nos sonríe en el peligro, llora al ver nuestros dolores, alivia nuestras tristezas y santifica nuestras alegrías.